El PRIMER AÑO de una MADRE
El nacimiento de un hijo es una de las experiencias más intensas que puede vivir una persona, tanto por el compromiso físico y psicológico que implica, como por el desconocimiento sobre lo que significa tener en brazos a un ser indefenso y absolutamente dependiente. Después del proceso de parto, muchas mujeres quedan inhabilitadas físicamente, requiriendo ayuda, cuidado y apoyo de otras personas, que le permitan concentrarse en los cuidados del bebé y tener espacios para descansar. Esta situación lleva a la madre a una fragilidad física y emocional que va produciendo un estado regresivo, en el que espontáneamente tiende a buscar una posición horizontal, que invita a construir un nido que los envuelve. La madre, poco a poco va conociendo a este nuevo ser y va aprendiendo a realizar acciones tales como amamantarlo, mudarlo, hacerlo dormir, interpretar los llantos, los movimientos, entender como calmar dolores de estómago y se va ajustando a nuevas rutinas. A veces estos cambi