La AUTORIDAD de los PADRES: ¿Cómo se Instala?

Este texto es parte de una Charla a Padres: "LA DIFICULTAD PARA DECIR "NO": ¿Donde están los Padres hoy?" 

“Un niño de dos años y medio podría estar capacitado para ponerse los zapatos. Sin embargo, cuando la madre le pide que lo haga, puede reaccionar con una provocación: se pone a jugar, se tira al suelo, salta en la cama, se acuesta, lo que va produciendo un griterío a escala por parte de la madre.  A veces este caos se resuelve en un minuto, cuando ella se sienta junto a su hijo y lo mira, detenidamente, ponerse sus zapatos”

Muchas veces los padres tienen dificultades para instalar hábitos, normas y valores en sus hijos. Estas dificultades pueden producir conflictos entre los padres, debido a los distintos estilos de crianza de cada uno, o bien, entre padres e hijos, debido a la falta de obediencia por parte de los niños.

Al analizar con mayor profundidad el tema, se detecta que las normas y valores que establecen los padres son, principalmente, en forma verbal, sin ser constantes en la supervisión de estas acciones. Esta situación se produce por diversos motivos: falta de tiempo, comodidad, confianza en el otro, tendencia a delegar, o porque a veces los padres presentan una dicotomía entre su propio “deber ser” y el valor real que practican. En muchas ocasiones, los padres esperan cosas que ellos tampoco son capaces de hacer.
¿Puede un padre querer que su hijo no mienta si él le miente? 
¿O que el niño no le pegue a los compañeros si él lo golpea para educarlo? 
¿Qué no diga garabatos si se ríen y lo celebran cuando los dice?

¿Cómo se instala la autoridad de los padres?

Muchos padres utilizan gritos o castigos como forma de aprendizaje. Sin embargo, en la práctica se ha visto que esta manera de trasmitir los mensajes se pierde en el aire, no ayuda a conseguir el objetivo o, incluso, produce el efecto contrario. Las acciones, los gestos y los ejemplos cotidianos reflejan de mejor manera lo que quieren transmitir los padres.

Hay madres que se quejan porque su hijo ha bajado el rendimiento, pero al indagar más en su vida cotidiana, se detecta que el niño se queda viendo televisión hasta altas horas de la noche. Aún cuando la madre lo sabe, le da pena impedírselo. 

¿Es el niño el encargado de apagar la televisión o es la madre la que tiene que instalar su lugar para conseguir lo que, supuestamente, quiere?  
Si un niño duerme 6 horas, ¿Será posible que tenga su capacidad de concentración, atención y memoria en óptimas condiciones?.

La constancia que se necesita para instalar hábitos, normas y valores va más allá de las capacidades del niño: se relaciona con establecer un referente que está ligado, principalmente, al afecto y al reconocimiento que tienen los padres hacia sus hijos. Este vínculo va instalando una figura que ayuda al niño a tomar forma y a hacer propios los contenidos que irán constituyendo su ser. Dejar al niño a la deriva, suponiendo que se criará solo, es una "comodidad" que puede tener un alto costo en el futuro.

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